Presentación libro Oficina Larrea en CCE

El día jueves 31 de agosto se realizó el lanzamiento del libro Oficina Larrea, en el Centro Cultural de España.

Con una gran convocatoria se presentó esta publicación desarrollada desde el año pasado en el contexto Fondart de Investigación (2020) de los académicos de la FAU U. de Chile, Mauricio Vico y Juan Carlos Lepe.

COMUNICADO EDICIONES FULGOR

Oficina Larrea, 60 años diseñando afiches y marcas: 1964-2022

Un legado creativo que trasciende en el tiempo

Jaime Ramirez

La publicación de los investigadores Mauricio Vico y Juan Carlos Lepe, nos invita a un viaje en el tiempo para explorar la influencia de Vicente Larrea, el genio creativo que sacudió el mundo del diseño gráfico chileno de los años setenta. A través de una cautivadora publicación de Ediciones Fulgor, su legado cobra vida, recordándonos su trascendencia en el imaginario colectivo de la cultura visual chilena.

Santiago. Septiembre 2023. Imágenes: Mundo Fau, Archivo Larrea y Ediciones Fulgor.

En un rincón de la historia chilena, en el corazón del movimiento creativo de los años sesenta y setenta, un joven talento emergió con una fuerza disruptiva que sacudió los cimientos del diseño gráfico nacional. Hablamos de Vicente Larrea, cuyo trabajo cautivó la imaginación y la admiración de diseñadores y amantes del arte por igual.

Su legado, junto con Antonio Larrea y Luis Albornoz, hoy es celebrado con una nueva publicación: Oficina Larrea, 60 años diseñando afiches y marcas: 1964-2022, de la mano de los investigadores Mauricio Vico y Juan Carlos Lepe, quienes reunieron el recorrido de la Oficina Larrea en un texto que mezcla descripciones meticulosas y elementos visuales fascinantes, editado bajo el sello de Ediciones Fulgor.

La edición, en palabras de su directora editorial, resalta el trabajo silencioso tras cada obra gráfica. En ese sentido, “Vicente Larrea nos entregó esa inspiración al poder acceder a sus procesos de bitácora donde ha registrado todo desde hace 60 años: anotaciones, conceptos y todas las ideas previas antes de llegar al resultado final. Algunos de esos procesos en bocetaje son los que se encuentran en las primeras y últimas páginas del libro” señala Jenny Abud, directora de Ediciones Fulgor.

Este libro no solo celebra el diseño gráfico en Chile, sino que también ejemplifica cómo los productos de diseño pueden iluminar el camino de la creatividad a lo largo de las décadas, convirtiéndose en símbolos culturales de inspiración para las nuevas generaciones. Una investigación que en tiempos digitales y de inteligencia artificial, permite conectar con el valor de la autoría, tal como señala el investigador de la publicación, Mauricio Vico “comprender que el diseño es mensaje, comunicación y morfología. Y entendiendo en ese marco siempre va a existir un creador, una persona sensible y con personalidad que le dará esa dimensión identitaria al diseño y esto distingue la obra de la Oficina Larrea”, resalta el académico.

El rol la Oficina Larrea en la gráfica chilena de los años setenta

La década de 1970 fue testigo de una creciente demanda por una representación gráfica que capturara la efervescencia chilena de esa época y Vicente Larrea se convirtió en el artífice de esta expresión, colaborando con una variedad de instituciones culturales y políticas para dar vida a su visión creativa. Sus diseños se convirtieron en la voz visual de la época, dejando una huella indeleble en la historia del diseño gráfico del país a través de sus marcas, afiches y carátulas de discos que hoy forman parte del imaginario colectivo del Chile de los setenta.

Uno de los proyectos más emblemáticos de la Oficina Larrea fue su trabajo para el gobierno de Salvador Allende. Sus carteles y piezas gráficas se utilizaron para comunicar los valores del gobierno socialista, y su estilo distintivo dejó una marca indeleble en la cultura visual de Chile, forjando una imagen distintiva para la Unidad Popular a través de carteles. También destacan sus carátulas para la «Nueva Canción Chilena», colaborando con artistas como Inti-Illimani, Quilapayún, Víctor Jara y Ángel Parra.

Un legado creativo que trasciende el tiempo

La influencia de la Oficina Larrea en el diseño gráfico chileno es innegable y su legado trasciende el papel y la tinta. A lo largo de más de seis décadas, los hermanos Larrea y Luis Albornoz se convirtieron en pilares de la identidad visual chilena contemporánea, destacando como un faro de vanguardia que iluminó la escena gráfica de Chile en un periodo de efervescencia cultural y política.

Su obra resalta la importancia del trabajo manual, a través de la incorporación del dibujo y la fotografía como elementos fundamentales en cada una de sus piezas. Oficina Larrea emplea tintas planas, colores contrastantes, contornos irregulares y caracteres dibujados a mano, como elementos gráficos que remiten al grabado y al muralismo, adaptándolos con éxito a la serigrafía y la impresión offset.

El trabajo de la Oficina Larrea representa un testimonio inspirador de la capacidad del diseño para dar forma a la identidad cultural y narrar la historia de un país. Su legado perdura como fuente inagotable de inspiración y un recordatorio de que la creatividad audaz es un motor de cambio y evolución en el mundo del diseño gráfico.
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PALABRAS, 31 DE AGOSTO EN CCE

Presentación Oficina Larrea. Un reconocimiento a la obra y trayectoria de la Oficina Larrea durante 60 años

MAURICIO VICO

Para comenzar decirles que leeré ya que no tengo el “don de la palabra”. Antes que nada agradecer al público presente por asistir a este evento y como siempre es grato cuando se trata de un libro y más aún cuando de una parte de nuestra historia del diseño y su testimonio a través de la visualidad.


Me gustaría decir que este libro nace de una investigación ganada en los fondos de cultura (fondart), Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que partió el 2020 (recordar solo avanzamos muy poco debido a la pandemia). Después de finalizar dicha investigación en conversaciones con la editora de Fulgor Jenny Abud uno de sus objetivos de su editorial como plataforma de divulgación del libro poniendo énfasis en la gente joven, entusiasmar a la lectura, como un objeto grato, placentero y de aprendizaje, contribuyendo en particular el conocimiento del diseño local, por tanto el libro propuesto realizado junto al profesor Juan Carlos Lepe tuviera características académicas y, además, pedagógicas, es decir, coincidiendo con la línea editorial de Fulgor ediciones, como se ha dicho hacer libros para reencantar a jóvenes con la lectura ese ha sido el principal objetivo del libro. En ese
afán, como decía Albert Camus:

si escribes claro tendrás lectores, si escribes oscuro tendrás comentaristas y discípulos.

Por tanto, este libro busca lectores y no una lectura críptica para especialistas.

Verán en este documento un reconocimiento a la obra y trayectoria de la Oficina Larrea durante 60 años y sus propuestas en su permanente trabajo de renovación estética, comunicativa, morfológica y de contribución al diseño nacional. En ese marco la
escritura busca encontrar similitudes, atmósferas vínculos con las tendencias externas ello los hace tremendamente modernos cómo dijo el joven poeta francés Jean-Arthur Rimbaud.

La circulación de su trabajo siempre ha estado en esa avanzada del diseño desde que comenzó Vicente a mediados de los sesenta, como una joven promesa, siempre preocupado del mensaje, la comunicación efectiva y por sobre todo diría un estudioso del diseño internacional y local, hasta hoy, ávido de conocimiento y por supuesto no olvidar en este recorrido a su hermano Antonio y Luis Albornoz. Ese conocimiento y mirada aguda del internacionalismo del diseño desde sus primeros afiches hasta la renovación de las marcas en los ochenta y noventa. Se destaca esas conexiones de lo que pasaba en la gráfica en el resto del mundo.

Una de las grandes preocupaciones poner en la vanguardia el diseño local y que este contribuía a la comunicación con la gente común a través de un lenguaje de formas simples, una iconografía que podía ser leída por todos y que ha sido como misión autoimpuesta por la Oficina, un objetivo que nunca abandonaron y hasta hoy lo sigue haciendo Vicente con una energía que admiro. 

En este proyecto recuerdo las palabras del maestro Waldo González profesor mío y también de Vicente —imagínense la edad de Waldo, no la nuestra— decía:

construir nuestra propia historia del diseño, cuando busquemos nuestro propio camino, sin timidez, y haciendo las cosas por convicción, sin temor; con personalidad, sensibilidad, creatividad y el compromiso del diseño con nuestro pueblo nos pondrá en la escena internacional del diseño.

Creo que en ello con el paso del tiempo y las generaciones esta oficina ha cumplido con estos preceptos y me atrevo a decir con convicción histórica, será considerada como la más importante en la avanzada del diseño nacional y además decir que por ella han pasado 60 años de la historia de este país. Así, se puede leer y reflejar en un testimonio dejado en los diseños de las caratulas de disco del Dicap y otros sellos, el afiche político y comercial, las marcas, la delicadeza del profesionalismo cuando se dedicaron al rubro de la impresión. Ese discurso desde las tensiones políticas de los sesenta y setenta, sus afiches políticos. Los difíciles años de la dictadura militar y su cambio de modelo económico, el gran trabajo llevado a cabo en el diseño de marcas y la identidad corporativa en los ochenta y noventa a la política grisácea “en la medida de lo posible” desde el regreso de la democracia que lo llevaría a ir haciendo un giro hacia la imprenta y dejando el diseño.

Al indagar a través de la investigación de la Oficina Larrea y el archivo que administra Vicente, constatamos en muchos de sus afiches, algo que nunca abandonaron y aun lo sigue haciendo él, esa particular preocupación por la cultura, promoviéndola siempre desde ese lejano tiempo cuando comenzó su labor para el Departamento de Extensión de la Universidad de Chile a mediados de los sesenta, hasta el día de hoy.

Usando ese instrumento aun vigente como he dicho el afiche y en ellos volcando todo el saber aprendido, dando cuenta en estos ese profundo sentido humanista, a través de la cultura es posible hacer una sociedad mejor para todos y todas, sin exclusiones.

Para finalizar no me queda más que reconocer en Vicente, Antonio y Luis su gran aporte al diseño nacional y permitir que se pueda difundir y dejar el testimonio de sus obras a través del libro Oficina Larrea, 60 años diseñando afiches y marcas:1964-2022.
Además, agradecer a Marisol García, Pedro Álvarez Caselli sus contribuciones en los prólogos a Perla Arrué por el magnífico diseño del libro y por supuesto a la editora y diseñadora de ediciones Fulgor Jenny Abud.

PALABRAS, 31 DE AGOSTO EN CCE

Agradecimientos y proceso de diseño de Oficina Larrea

jenny abud

Hoy nos encontramos celebrando el nacimiento de un libro y no es cualquier obra, se trata de la historia gráfica de la oficina de los hermanos Larrea, Vicente y Antonio, junto con Luis Albornoz. Estas palabras serán una historia de cómo diseñamos y editamos esta publicación pero también el relato incluye agradecimientos a cada una de las personas que fueron claves en su diseño y producción.

El primer agradecimiento es para los autores Juan Carlos Lepe y Mauricio Vico. Les agradezco el que hayan confiado en el proyecto de Ediciones Fulgor, no es menor la relación editora-autores debe haber una conexión, admiración y por supuesto la confianza del rol de cada uno. Con Mauricio hemos venido trabajando hace un tiempo ya y hoy este libro celebra un acto de confianza y admiración mutua.

Para avanzar en este proceso, quiero agradecer a Perla Arrué que se encuentra hoy con nosotras y nosotros, Perla es la persona que diseñó el libro y fue muy importante en todo su proceso desde la diagramación hasta la imprenta, incluso hoy está con nosotros en la entrega de libros. Los procesos editoriales son complejos y una buena diseñadora editorial en este caso, se abastece de toda esta etapa y esa experiencia enriquece las futuras publicaciones que Perla diseñe. Con Perla nos conocemos hace tiempo, desde que estaba en segundo año de universidad siendo en ese momento su profesora de diseño editorial, luego participó como ayudante en la misma cátedra. Hoy somos colegas y trabajamos en diversos proyectos. Un agrado trabajar con una profesional que seguro será un aporte a nuestra disciplina e historia editorial.

Una vez diseñado Oficina Larrea, tuve que afrontar el gran desafío de conocer a Vicente Larrea, en esa reunión expuse el diseño editorial del libro. Debo confesar que tenía un poco de miedo, ya que existía la posibilidad de que a Vicente no le agradara nuestro trabajo, incluso el proyecto editorial. A medida que avanzó nuestra reunión Vicente comprendió los objetivos de Fulgor y también le agradó bastante el diseño —en ese momento le escribí a Perla para darle la gran noticia, ambas estábamos muy emocionadas y ya más tranquilas—. Muy respetuosamente Vicente solicitó diseñar la cubierta del libro, la verdad fue un honor y de inmediato, junto con Mauricio accedimos. Gracias Vicente por participar activamente de este proceso del libro, por confiar en nosotras y por supuesto por estar hoy presente en esta celebración.

Ya para finalizar quiero agradecer a Latinotype, destacada casa tipográfica chilena que nos asesoró en el uso tipográfico al utilizar la fuente Elemental en sus diversas variantes.

También a Salesianos impresores, los cuales fueron claves en poder realizar este tipo de encuadernación —cada vez que llego allá me preguntan y qué se viene ahora como desafío!— hoy esta imprenta es muy protagónica en publicaciones nacionales y es también un apoyo a nuestro ecosistema el poder trabajar con ellos o cualquier imprenta chilena.

Agradecer también al Centro Cultural de España CCE a todo su equipo entre ellos Joaquín, Alba y Natasha, en especial a su directora Paula Palacio Noriega que nos brindó su espacio para poder inaugurar esta publicación, también agradecer a la gran cantidad de asistentes hoy en especial al Decano de la FAU U. de Chile Manuel Amaya Díaz y a la Subsecretaria del Patrimonio Cultural Carolina Pérez Dattari.